«El agua es un recurso natural escaso, indispensable para la vida y para el ejercicio de la inmensa mayoría de actividades económicas: es irreemplazable, no ampliable por la mera voluntad del hombre, irregular en su forma de presentarse en el tiempo y en el espacio, fácilmente vulnerable y susceptible de usos sucesivos». Con estas palabras iniciales del Preámbulo de la Ley de aguas de 1985 se pone en evidencia la importancia de contar con recursos hídricos en la cantidad y con la calidad adecuadas y, por tanto, la exigencia insoslayable de someter su gestión a parámetros que procuren la disponibilidad, la correcta distribución temporal y territorial, el uso racional evitando todo derroche, y la protección cualitativa del agua.

El derecho español acredita una importante tradición normativa en materia de aguas que hunde sus raíces en la época medieval, desde la que ha evolucionado hasta nuestros días haciendo del mismo un referente a nivel mundial. La preocupación legislativa por la problemática hídrica ha ido además acompañada de un notable interés científico-jurídico, el cual ha tenido como resultado la formación de un nutrido cuerpo doctrinal caracterizado por sus elevados niveles de profundidad y rigor.

Con ocasión del 40 aniversario de la aprobación de la Ley de aguas de 1985, en la que se sientan las bases del vigente derecho español en la materia, este XIX Congreso de la Asociación de Profesores y Profesoras de Derecho Administrativo tiene como objetivo hacer balance de los logros y de los fracasos de sus planteamientos y, al propio tiempo, reflexionar sobre los retos actuales y futuros a los que se enfrenta el derecho hidráulico.